1. Coloca los tomates, la cebolla, el ajo y el chile chipotle en tu licuadora, luego agrega una taza de caldo de pollo y procesa hasta obtener una salsa media-fina. Reserva.
2. Calienta el aceite en una sartén mediana y luego agrega los fideos. Fríelos hasta que estén ligeramente dorados, revolviendo con frecuencia para evitar que se quemen. Este paso tardará entre 2 y 3 minutos. Retira los fideos de la sartén.
3. Usando la misma sartén, agrega la salsa de tomate, ½ taza de caldo, orégano y sal al gusto. Sube el fuego para que hierva (durante unos 5 minutos). Una vez que la salsa comience a hervir, agrega los fideos, reduce a fuego bajo y cubre la sartén para que hierva a fuego lento.
4. Cocina a fuego lento durante unos 12 a 15 minutos, revolviendo ocasionalmente según sea necesario hasta que los fideos estén cocidos y blandos. Si la salsa todavía parece demasiado líquida cuando los fideos estén bien cocidos, simplemente retira la sartén del fuego y déjala reposar durante 5 minutos. Esto permitirá que los fideos absorban el líquido restante de la salsa.