1. Rocía una bandeja para hornear con aceite en aerosol.
2. Agrega agua, mantequilla, azúcar y sal en una cacerola mediana y hierve a fuego medio/alto. 
3. Reduce el fuego a medio/bajo y agrega la harina a la cacerola. Revuelve constantemente con una espátula hasta que la harina se incorpore y la masa quede homogénea. 
4. Retira del fuego y transfiere la masa a un bol para mezclar. Deja enfriar en el refrigerador durante unos 10 minutos. (Hay que enfriar la masa antes de añadir los huevos, para que no se cocinen).
5. En un bol para mezclar, agrega los huevos, el puré de calabaza, las especias de calabaza y el extracto de vainilla. Puedes usar una batidora de pie o una batidora eléctrica de mano para mezclar la masa hasta que quede homogénea y parezca un puré de papas pegajoso.
6. Transfiere esta mezcla a una manga pastelera grande con una punta de estrella de 3/4 de pulgada. 
7. Exprime la mezcla sobre la bandeja para hornear previamente engrasada, para formar churros de 4 pulgadas, y corta el extremo con unas tijeras.
8. Refrigera los churros en la bandeja para hornear durante al menos 1 hora.
9. Transfiere los churros con cuidado a la canasta de tu freidora de aire y deja aproximadamente 1/2 pulgada de espacio entre ellos. Rocía cada uno con aceite en aerosol. (Dependiendo del tamaño de tu freidora de aire, debes freírlos en lotes).
10. Cocínalos en la freidora de aire a 375 °F durante 11 a 14 minutos, o hasta que estén dorados.
11. En un recipiente poco profundo, combina el azúcar granulada y la canela.
12. Transfiere inmediatamente los churros cocinados al recipiente con la mezcla de azúcar y revuelve para cubrirlos, en lotes. Si la mezcla de azúcar y canela no se pega, intenta rociar ligeramente los churros cocinados con aceite en aerosol. Una vez cubiertos, sírvelos calientes con Nutella o salsa de chocolate.